El tatuaje es una marca que se hace en la piel para cambiarle el tono al inyectar tinta, muchas veces con un propósito de enseñarlo y/o para recordar algo de nuestra vida. Al contrario, la micropigmentación capilar inyecta pigmentos para disimular una carencia de folículos capilares con la finalidad de dar una apariencia natural de crecimiento de pelo cuando uno se rapa. Así, la persona con este tratamiento tendrá un look casual y limpio, las miradas no se irán a posar en su cabeza, en primera instancia, ya que es visiblemente indetectable.
El tatuaje y la micropigmentación capilar pueden parecer dos técnicas similares, pero las agujas y el procedimiento son muy distintos. Las tintas del tatuaje con el paso de los años llegan a decolorarse, opacarse y son permanentes. La micropigmentación utiliza pigmentos especiales, bio-reabsorbibles y no cambian de color. El especialista hace un estudio capilar para generar un pigmento que vaya con el tono de pelo del paciente. Por otro lado, el tatuaje tiene una punzada más profunda, mientras nuestra técnica capilar se aplica en la dermis del cuero cabelludo. Un inconveniente muy grave al ir con un tatuador y no con un especialista en micropigmentación es que al aplicar tinta, ésta puede expandirse en la piel y generar una mancha en la cabeza que no podrás remover.
Cada uno de nosotros tienes una forma de cara y un color de pelo específico. Una especialista en micropigmentación, como Claudia Yávar, elabora un análisis para cada paciente. Este tratamiento capilar al igual que otros se centra en las características de la persona para que el resultado no desentone y sea lo más natural posible. Esto quiere decir que se tienen en cuenta varios factores a la hora de realizar la micropigmentación, aparte del tipo de alopecia y la zona a tratar se observan las proporciones de la cara, color de pelo y de piel y línea frontal.
El resultado final se diferencia en cada uno, pero todos estarán contentos y satisfechos con los resultados obtenidos. Al llegar a este punto esperamos que estés más consciente sobre las diferencias y lo perjudicial que tiene dejar tu cuero cabelludo en las manos equivocadas.
Los pigmentos de la micropigmentación duran aproximadamente tres años, con retoques esporádicos para mantener una apariencia adecuada; pero mucho depende de cada paciente, ya sea por su estilo de vida y los cuidados, entre otros factores. No es doloroso, pero si la persona lo necesita se puede aplicar un anestésico, por eso se recomienda que una sesión no exceda de cuatro horas.
Después de la ejecución verás un enrojecimiento y es posible que sientas alguna molestia como escozor leve; los cuales menguarán en poco tiempo. Por las características de los pigmentos que utiliza la micropigmentación, estos tienden a decolorarse, pero por una simple razón: para ir ajustando la tonalidad con la edad del paciente. Así que puede ser realizada a cualquier edad.
Con un atento cuidado y una buena protección solar, cremas y accesorios, como gorras y sombreros, el pigmento se mantendrá por más tiempo y estable. Los resultados son inmediatos. Al principio el tratamiento parecerá más oscuro en pieles claras, pero en pocos días se asentará y le dará un aspecto rapado.
Con este breve pero conciso post, esperamos que despejen tus primeras dudas y preguntas sobre este tratamiento. Por lo cual te decimos que si estás buscando un tratamiento que oculte tu perdida de pelo y te dé una apariencia natural sin lastimar tu cuero cabelludo, la micropigmentación es una alternativa 100% confiable y satisfactoria.
Para tener un mayor conocimiento y enfocado a tu caso te sugerimos que te pongas en contacto con nosotros, y aclararemos de forma confidencial y con una profesionalidad avalada por la experiencia en el tratamiento de la micropigmentación capilar.
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